DOBOTONE es un [itg-glossary glossary-id=”558″]party game[/itg-glossary] desarrollado por los argentinos de VIDEOGAMO. Consiste de una consola conectada a un proyector y cuatro controles con dos botones cada uno. La consola permite ir rotando entre varios mini juegos y controlar variables del juego como la gravedad, el zoom de la pantalla y distorsiones de video. El diseño de la consola y sus controles parecen inspirados en consolas viejas como la [itg-glossary glossary-id=”561″]Magnavox Odyssey[/itg-glossary] , que también tenían varios mini juegos integrados. La estética retro y la variedad que introduce la persona a cargo de la consola hacen que el juego se mantenga interesante.
A diferencia de otros party games como WarioWare o Super Bishi Bashi, DOBOTONE no se centra en la eficiencia del jugador para seguir instrucciones, ni en tener una gran cantidad de mini juegos para que el jugador siempre se encuentre con un desafío nuevo. DOBOTONE está diseñado para que el jugador introduzca la variedad en el juego utilizando la consola, como un Master a cargo de una partida de rol.

La figura del Master surgió en los [itg-glossary glossary-id=”567″]juegos de rol[/itg-glossary] , es la persona a cargo de dirigir las variables del mundo y la trama de una historia en la que los jugadores son los personajes. Si bien muchas personas ven a los juegos de rol como una batalla entre un Master y sus jugadores, la realidad es que son juegos cooperativos y que el Master déspota, que disfruta de arruinar la experiencia de sus jugadores, es un Master con una carrera muy corta, porque su trabajo es crear una experiencia justa en la que los jugadores tengan herramientas para navegar el universo fantástico de turno.
Varios[itg-glossary glossary-id=”560″] juegos de mesa[/itg-glossary] juegan con la idea de un Master déspota y logran que el desbalance de poder no sea frustrante para el jugador. Por ejemplo, Aye, Dark Overlord! es un juego en el que cada jugador ocupa el rol de un [itg-glossary glossary-id=”562″]minion[/itg-glossary] que debe explicarle a su amo maligno por qué no pudo cumplir con una misión. Los jugadores inventan juntos una excusa y se encargan de incriminar al menos elocuente. El jugador que controla al amo maligno es el árbitro a cargo de decidir quién va a pagar por el error y castiga a los jugadores que inventan excusas sin sentido o son muy evidentes en sus intentos de incriminar a los otros. El amo maligno tiene que mirar mal tres veces a los jugadores en falta antes de poder castigarlos. Es un juego sin ganadores en el que sólo hay un perdedor.
También hay juegos como Mansions of Madness que tienen un Master antagónico a cargo de poner obstáculos en el camino del jugador, que está tratando de escapar con vida de una mansión lovecraftiana. El jugador está en desventaja, pero tiene las herramientas necesarias para poder perseverar y triunfar en alguna partida ocasional. Esas herramientas son útiles por las limitaciones del Master, que tiene acciones y habilidades limitadas al principio del juego, pero se vuelve más poderoso con el paso del tiempo.

Overlord y Mansions se centran en el desbalance de poder y en cómo los débiles pueden usar su ingenio para salvarse de la tiranía de entidades omnipotentes. En ninguno de los dos casos se cambia el sistema raíz, pero los jugadores encuentran estrategias para perseverar y sobrevivir. DOBOTONE se diferencia de estos juegos porque plantea un sistema en el que los jugadores están completamente a merced del Master, compiten entre ellos para ganar y sobrevivir, pero nunca pueden resistirse a la voluntad del operador de la consola.

La única forma de interactuar con el Master es por fuera del juego, pedirle ayuda, que tenga clemencia o putear de la bronca. Es un juego muy divertido, sobre todo para la persona a cargo de operar la consola, pero me hubiese gustado tener más herramientas para hacerle frente al sistema. A veces no me quedaba otra opción que rendirme y ver cómo mi personaje quedaba paralizado por el exceso de gravedad o cómo la meta se estiraba cada vez más lejos de mi alcance. En DOBOTONE es imposible resistirse a la voluntad del Master.