Traducción al castellano de Don’t Shut Up, But Do Make Games de Rob Fearon, publicado el 26 de julio de 2017.
Los videojuegos, las personas que hacen videojuegos, no existen en un vacío.
Los cambios del panorama político, las acciones tomadas por las personas con poder, las personas con poder, influencian directamente las vidas de las personas que hacen videojuegos.
Una decisión política, en algún lado, puede ser la diferencia entre la comodidad y la incomodidad para una persona, puede ser la diferencia entre comer y no comer, puede ser la diferencia entre estar a salvo y no estarlo, puede ser la diferencia entre estar viva o estar muerta.
Puede ser la diferencia entre poder caminar por la calle o no sin que la acosen verbal o físicamente. Puede ser la diferencia entre sentirse a gusto y a salvo en su propia casa o no. Puede ser la diferencia entre sentirse a gusto y/o a salvo en su propia piel, en su propia mente.
Los videojuegos son hechos por gente y la gente puede ser herida.
La gente puede ser herida por palabras. La gente puede ser herida por violencia física. La gente puede ser herida por decisiones corporativas. La gente puede ser herida por legislación.
La amabilidad no va a rescatar gente de la violencia política. No va a mejorar a la mayoría de la gente. La civilidad tiene límites en su utilidad cuando el mundo en el que vivimos se inclina hacia actos de violencia contra gente.
El racismo es violencia.
El machismo es violencia.
La transfobia es violencia.
La violencia es violencia.
No responde a los intereses de nadie sentarse en silencio y aceptar el statu quo cuando el statu quo los lastima, cuando lastima amigos, familia, hijos, al medioambiente.
Insistir que la gente sea amable, que la gente no se queje nunca, nunca levante siquiera un susurro mientras el mundo hace lo mejor que puede para aplastarla es, como mínimo, inhumano.
No hay ninguna buena razón para quedarse en silencio en los juegos, como en ninguna forma de arte, medio o espacio. Todos nos beneficiamos de que este lugar sea mejor, pero ser mejor no es simplemente que todo el mundo hable bajito, diga por favor y gracias y nunca se queje. Que nadie diga malas palabras ahí al fondo.
Ser mejor es más redes de apoyo, más empatía, más trabajo para hacerle frente a la gente y las ideas que buscan poco más que lastimar y dañar gente porque sí. Esto no viene necesariamente con la amabilidad. Históricamente, pocas victorias se consiguen simplemente pidiendo cosas de buena manera. Pocas victorias se consiguen aceptando el statu quo. Pocas victorias se consiguen nunca jamás hablando de un tema en caso de que moleste a alguien cuando hay tanto más en juego que el orgullo y las sensibilidades de alguien. Cuando para alguna gente existir ya es una lucha, un por favor no tiende a dar resultados.
Empujar por el cambio sí.
Hay tiempos y lugares para la civilidad, es una parte importante de ser humano, de ser capaz de mostrar compasión, respeto y deferencia por aquellos que la necesitan. La civilidad sin compasión, sin escuchar, sin entender, no vale nada. Es un gesto vacío e inútil. Sólo sirve para perpetuar el daño que se le hace a la gente diariamente.
Los videojuegos son una parte del mundo en el que vivimos. La gente que hace videojuegos tiene vidas, amores, problemas. Tener empatía con eso cuesta tan poco, requiere tan poco trabajo.
Desafortunadamente, también cuesta poco pedir que la gente se quede callada y nunca hable de cosas que alteran o revuelven tu mundo porque videojuegos o algo.
No te calles. Hacé juegos. Hacé de éste un lugar mejor. Hacé de éste un lugar más seguro. Preocupate. Enojate. Alegrate. Entristecete.
Sé humano. Sé humanitario.
Es todo lo que podemos ser. Para mejor.